UN BLOG MONOGRÁFICO PARA ACERCARSE A LA MASONERÍA

LA FILACIÓN MASÓNICA. ¿QUIÉN ES MASÓN?

En una entrevista radiofónica realizada a Roger Leveder siendo Gran Maestre se la Gran Logia Simbólica Española, se le preguntó en busca de sensacionalismos: ¿Podría Vd. dar el nombre de tres masones actuales? La respuesta fue: “Si, ¿prefiere hombres o mujeres?”. El periodista dijo “Ambos”. Recibió por respuesta: “Juan García, María Martínez y José López”. El periodista insistió: “y estas personas ¿quiénes son?”.Leveder respondió: “Tres Masones actuales”.

Los Masones no acostumbramos a identificarnos como tales fuera de la Orden Masónica aunque disponemos de total libertad para hacerlo en el momento y ante quien decidamos, pero siempre teniendo por norma la absoluta discreción sobre la condición Masónica ajena.

La condición de Masón es personal e intrasmisible, se obtiene mediante el Acto Ritual Iniciático que realiza un grupo, una Logia entorno a una persona a la que se denomina Postulante.

El Postulante nunca habrá sido seleccionado ni inducido a serlo por la Masonería, lo es por propia y libre voluntad y por haber firmado un escrito
-una Solicitud de Iniciación en Masonería-, siendo esta de carácter personal, intransferible e indelegable.

La Masonería agradece el interés correcto que pueda despertar, aunque no todos los solicitantes llegan a ser Iniciados.

Basándonos en el primer texto constitucional de la Masonería (1723) y en sus posteriores enmiendas adogmáticas, podríamos hoy definir, en forma simple, a la Masonería liberal como “Asociación de Personas Libres y de Buenas Costumbres”. Sería difícil encontrar a quien no admita esta definición sobre si mismo, no obstante la Orden demanda ciertos niveles de capacitación civil, concepciones éticas y conocimiento del hecho Masónico.

A título meramente anecdótico sepa apreciado/a lector/a que a Logias de la Gran Logia Simbólica Española han solicitado su ingreso desde un muchacho de 14 años a una señora de 88, desde quien dedica altruistamente su tiempo libre a labores de integración social a quien mantiene y defiende ideas xenófobas, desde el muy informado que conoce nuestros pormenores a quien busca poderes mágicos; puede ya imaginar quienes fueron rechazados. En cuanto al chico, fue amablemente “no admitido”, años después volvió a solicitarlo y fue Iniciado con 24 años. La dama casi nonagenaria, fue Masona el resto de su vida.

Cabe la posibilidad que el conductor del último autobús que usted ha tomado o su médico de cabecera o una compañera de trabajo sea Masón y, si así es, lo es por dos razones ineludibles: La primera es por haber sido Iniciado por una Logia reconocida y la segunda consiste en ser considerado, por los Masones, como tal. Así se obtiene y mantiene la condición de Hermano o Hermana Masón y el documento personal que lo acredita.

La primera de las condiciones, la Iniciación, requiere de un reconocimiento previo por ambas partes (Postulante y Masonería). La Masonería activa su proceso de acercamiento a raíz de la recepción de cualquier Solicitud Personal de Iniciación e intenta conocer los motivos de interés del solicitante así como sus expectativas en relación a la Orden. Nuestro método para lograrlo es a través de entrevistas, generalmente tres, entre el/la solicitante y distintos miembros de la Logia, uno a uno. Posteriormente cada entrevistador confeccionará un informe que será leído ante el pleno de la Logia; finalmente, sus miembros expresarán la propia impresión, mediante votación, sobre la idoneidad del solicitante para concederle o no la Iniciación. Durante todo este proceso e incluso durante la propia Ceremonia de Iniciación, el Postulante está informado de que en cualquier momento puede detenerse y decidir no culminar el hecho; si así ocurriese, se le acompañará a la salida, se le despedirá amablemente y la Logia continuará en su quehacer habitual.

El hecho de que una Solicitud de Iniciación sea rechazada no implica descrédito alguno para el solicitante ni acostumbra a ser ad vitam. En muchas ocasiones es por circunstancias de edad insuficiente o por concepciones erróneas sobre la Orden e, incluso, se ha dado el caso de una interpretación errónea por parte de la propia Logia, todo ello es modificable y corregible. Solicitar la Iniciación Masónica es un acto repetible.

“Es más difícil entrar que salir”, este axioma referente a la Masonería, es totalmente cierto. Para causar baja en la Orden solo se requiere expresar la voluntad personal de hacerlo y no por ello se pierde la condición de Hermano o Hermana; simplemente, se queda excluido del derecho de participación en la Logia, aunque ocasionalmente se la puede visitar y asistir a sus reuniones o Tenidas así como solicitar el retorno activo en cualquier momento.

En cuanto a la segunda condición, expondremos un caso real: Tanto el expresidente de Chile D. Salvador Allende como el exdictador chileno Augusto Pinochet fueron Iniciados en Masonería y con ello se les reconoció como Hermano Masón. No es necesario exponer a cual, de ambos, le fue retirado dicho reconocimiento.

En ciertos medios de comunicación -sensacionalistas o tendenciosos y afines a determinados colores políticos- se ha apuntado la posibilidad e incluso, en ocasiones asegurado, que miembros destacados del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el Rey de España son Masones. Quien esto escribe, no tiene constancia de ello, pero sí añade, “que no conoce a todos aquellos que han sido Iniciados en la Orden”, no obstante garantiza “que si alguna de estas personas solicitara su ingreso en la Masonería Liberal, recibiría igual trato y seguiría el mismo proceso que cualquier otro ciudadano”.